Índice
- Mi experiencia al enseñar
- El poder de una kata general: Sōgō no Kata
- Pasos básicos de la Sōgō no Kata
- Beneficios de practicar esta kata
- El arte de enseñar a través del Kenjutsu
- La relación entre kata y vida
- El impacto en los alumnos
El camino del kenjutsu no es solamente aprender a blandir una espada, sino comprender cómo cada movimiento se convierte en una lección de vida. Hay un momento en que la práctica deja de ser individual y surge la oportunidad de enseñar.
Enseñar clases de kenjutsu implica algo más profundo que repetir técnicas: es aprender a guiar, a motivar y a encontrar formas didácticas de transmitir conocimiento.
Yo lo descubrí de manera muy particular. El camino de la espada es un aprendizaje continuo, y cuando más avanzas, más ojos se vuelven hacia ti en busca de guía. La enseñanza se convierte en una responsabilidad. Y al enseñar, te das cuenta de que no basta con saber; necesitas aprender a enseñar.
Mi experiencia al enseñar
Antes de dedicarme de lleno a dar clases de kenjutsu, tuve la oportunidad de ser maestro de programación para diseñadores gráficos en la UNAM. Fue un reto: ¿cómo explicar lógica y código a mentes creativas, acostumbradas a pensar de manera libre y no tan cuadrada?
Ese ejercicio me enseñó que la enseñanza no es imponer un método rígido, sino adaptar el conocimiento al estilo de pensamiento de cada alumno. Hoy aplico ese mismo principio en el kenjutsu: si el alumno es más visual, uso ejemplos gráficos; si es más lógico, recurro a la geometría o incluso al álgebra para explicar ángulos y trayectorias de corte. En ocasiones, la física básica se convierte en una herramienta para entender la fuerza y la energía de un movimiento.
El poder de una kata general: Sōgō no Kata
En el kenjutsu, las katas son secuencias que transmiten principios, tácticas y espíritu. Sin embargo, cuando trabajamos con alumnos nuevos, puede ser difícil introducirlos de golpe en la complejidad de una escuela tradicional. Por eso yo diseño una kata general que llamo Sōgō no Kata (総合の形).
Esta forma no pertenece a un estilo antiguo en particular, sino que sirve como kata de iniciación. Su propósito es sencillo:
- Familiarizar al alumno con el proceso completo del kenjutsu: desenvaine, corte, control, limpieza y enfundado.
- Trabajar coordinación y memoria.
- Enseñar la importancia del zanshin (estado de alerta y atención).
La Sōgō no Kata se practica de pie, para que cualquier alumno pueda ejecutarla sin importar su condición física inicial. Es un puente entre la teoría y la práctica.
Pasos básicos de la Sōgō no Kata
- Yoi (Preparación): postura natural, concentración y respiración.
- Nukitsuke (Desenvaine y corte inicial): paso adelante y corte horizontal.
- Kirikomi (Corte descendente): corte vertical al centro del oponente imaginario.
- Chiburi (Limpieza): movimiento de sacudir la espada, simbolizando control y cierre de la acción.
- Noto (Enfundado): regresar la espada con calma, mostrando autocontrol.
- Rei (Saludo): cerrar la kata con respeto y conciencia.
Con esta secuencia, incluso un principiante entiende la esencia del kenjutsu en su primera semana de clases de kenjutsu.
Beneficios de practicar esta kata
La práctica constante de esta kata trae múltiples beneficios:
- Coordinación corporal: el alumno aprende a mover pies y brazos en sincronía.
- Memoria motriz: repetir la secuencia refuerza la memoria y la capacidad de concentración.
- Seguridad personal: el alumno siente que puede ejecutar una forma completa, lo que refuerza su autoestima.
- Disciplina y constancia: practicar una misma forma cada clase enseña paciencia y mejora continua.
- Comprensión del kenjutsu: sin necesidad de explicar demasiada teoría, el alumno vive la experiencia completa de una kata.
Más allá del cuerpo, el mayor beneficio es psicológico: el alumno recuerda que es capaz de aprender y mejorar.
El arte de enseñar a través del Kenjutsu
Un maestro de kenjutsu no solo transmite técnica. Transmite confianza. Enseñar significa encontrar el ejemplo correcto, la dinámica adecuada y el ejercicio oportuno. Significa recordar al alumno que puede ser mejor de lo que cree.
Cuando aplico geometría en clase, explico que un corte debe seguir la línea más eficiente. Cuando uso álgebra, muestro que la energía es proporcional a la velocidad y al peso del cuerpo. Cuando recurro a la física, enseño que cada acción tiene una reacción: si no controlas tu espada, será tu cuerpo el que sufra la consecuencia.
La enseñanza del kenjutsu se convierte entonces en un lenguaje universal: el lenguaje del aprendizaje.
La relación entre kata y vida
La práctica de la Sōgō no Kata no se queda en el dojo. Cada paso se convierte en una metáfora de la vida:
- Prepararse = enfocarse en lo que viene.
- Desenvaine = tomar acción con decisión.
- Corte = ejecutar con precisión.
- Limpieza = aprender de los errores y dejar el pasado atrás.
- Enfundar = cerrar un ciclo con calma.
- Saludar = agradecer por la experiencia.
De esta manera, las clases de kenjutsu no solo fortalecen el cuerpo: fortalecen la mente y el espíritu.
El impacto en los alumnos
He visto alumnos llegar con inseguridad, con dudas sobre su capacidad. Tras algunas semanas practicando la Sōgō no Kata, su postura cambia, su mirada se vuelve más firme. Comprenden que el kenjutsu no es solo un arte marcial japonés, sino una herramienta de transformación personal.
En cada clase, busco que se lleven algo más que técnica: una sensación de logro, una motivación para seguir avanzando. Porque el verdadero objetivo de enseñar clases de kenjutsu es recordar al alumno que puede aprender, mejorar y crecer.
Entonces
El kenjutsu es un arte profundo, lleno de historia y tradición. Pero también puede ser una herramienta moderna para enseñar superación personal. La Sōgō no Kata, como forma general, es mi manera de introducir a los alumnos en este camino.
Enseñar esta kata no es simplemente mostrar movimientos; es abrir una puerta al mundo del kenjutsu, donde cada paso, cada corte y cada respiración tienen un propósito.
El camino de la espada es un camino de aprendizaje continuo. Y como maestro, mi meta no es solo enseñar técnica, sino inspirar a cada alumno a creer en sí mismo. Porque al final, más allá del sable y del dojo, la verdadera victoria está en convertirse en una mejor versión de uno mismo.