Kenjutsu y Kungfu: Historia, Influencias y Similitudes en el Arte Marcial Tradicional

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Índice

  • Dos legados milenarios que comparten más de lo que parecen
  • Historia del Kungfu y su legado filosófico y físico
  • Kenjutsu: El arte de la espada japonesa
  • Posturas básicas en kungfu y kenjutsu: comparación técnica
  • Filosofía en kungfu y kenjutsu: Sabiduría que moldea el carácter
  • Ventajas de entrenar kungfu antes de practicar kenjutsu
  • El puente entre kungfu, karate Goju Ryu y kenjutsu
  • Respiración, energía y presencia: el poder invisible en kungfu y kenjutsu

El camino de la espada, cuando lo comienzas, te lleva por rutas que a veces no imaginas. Mi primer paso en las artes marciales fue el Kickboxing, luego el Karate, y más adelante, descubrí el Kungfu Shaolin.

Entrenar Kungfu fue una experiencia única. Cada domingo, de 12 a 13 hrs, me enfrentaba a mí mismo en una hora intensa de posturas, respiración y correcciones. Sostener la postura de Mabu (jinete) con la espalda recta no solo fortalece las piernas, también fortalece el carácter. Aunque el cansancio era real, siempre salía con una sensación de haber avanzado un poco más.

Con el tiempo, mis responsabilidades familiares y laborales me llevaron a mudarme al otro extremo de la ciudad, y aunque intenté mantener las clases, fue difícil continuar. Aun así, durante cuatro años, conservé la rutina de calentamiento Shaolin como parte de mi vida. Era mi manera de mantener vivo el espíritu del entrenamiento.

Más adelante, volví a buscar un arte marcial que me hiciera sentir esa conexión, y fue cuando encontré una escuela donde enseñaban el uso de varias armas tradicionales. La que más me llamó fue la katana. Reuní lo necesario y adquirí mi katana y un bokken para comenzar a practicar kenjutsu.

Y fue ahí donde ocurrió algo especial: descubrí que muchas de las posturas del kenjutsu eran muy parecidas a las del kungfu. El Mabu y el Gong Bu que antes usaba como calentamiento, ahora se unían a la precisión del corte y la coordinación con la espada. La transición fue natural, y la conexión entre ambos caminos, sorprendente.

Hoy que tengo la fortuna de compartir lo que he aprendido, siempre busco transmitir ese legado a mis alumnos. Enseñarles que una buena postura no solo se ve bien: se siente. Que la firmeza viene del entrenamiento constante, y que la fuerza nace cuando cuerpo y mente se alinean. Así, cada clase de kenjutsu se convierte en una forma de honrar lo que el kungfu me enseñó.

Dos legados milenarios que comparten más de lo que parecen

El kenjutsu y el kungfu son dos de los sistemas de combate más antiguos y respetados del mundo. Mientras que el kungfu nace del corazón cultural de China, el kenjutsu se forja en el Japón feudal bajo la estricta filosofía de los samuráis. A pesar de sus orígenes geográficos distintos, estas dos disciplinas comparten fundamentos clave como la postura, la respiración, la concentración y la búsqueda de perfección física y espiritual.

Explorar la historia del kungfu y su influencia indirecta en el desarrollo del kenjutsu nos permite comprender cómo el intercambio cultural en Asia moldeó las artes marciales. Además, al comparar sus posturas básicas, estructuras de entrenamiento y aplicaciones prácticas, encontramos que practicar kungfu antes del kenjutsu puede ofrecer grandes ventajas al practicante moderno.

Historia del Kungfu y su legado filosófico y físico

El kungfu, también conocido como Wushu, tiene raíces que se remontan a más de 4000 años. En su desarrollo han influido religiones como el taoísmo, el budismo (especialmente a través del Templo Shaolin), y la medicina tradicional china. El término kungfu (功夫) no solo implica habilidad en el combate, sino maestría adquirida con esfuerzo y disciplina.

Escuelas como el Shaolin, el Wudang y el Hung Gar han formado sistemas completos de técnicas que combinan defensa personal, respiración, filosofía y arte.

El kungfu se difundió por Asia y el mundo a través de migraciones, monjes, guerreros, e incluso películas y cultura pop. Su influencia llega hasta Japón, donde, aunque indirectamente, sirvió como inspiración temprana para algunos aspectos del karate y por extensión, aportes indirectos al refinamiento técnico y filosófico del kenjutsu.

Kenjutsu: El arte de la espada japonesa

El kenjutsu (剣術), arte marcial japonés del manejo de la espada, se desarrolló en el Japón feudal como la técnica principal de los samuráis. A diferencia del kungfu, que tiene muchas formas de combate con manos, armas y acrobacias, el kenjutsu se enfoca en el dominio total de la katana. Su objetivo es vencer al oponente con un solo corte preciso.

Existen decenas de escuelas tradicionales (koryu) como Katori Shinto Ryu, Kashima Shinryu y Yagyu Shinkage Ryu, donde el kenjutsu se transmite de forma tradicional, con valores como el respeto, el reigi (etiqueta), la precisión técnica y el control de la mente bajo presión.

Posturas básicas en kungfu y kenjutsu: comparación técnica

Una de las formas más efectivas de encontrar similitudes entre kungfu y kenjutsu es a través del análisis de sus posturas fundamentales:

Postura en KungfuEquivalente en KenjutsuFunción común
Mabu (postura de caballo)Gedan no kamae o Hira seiganEstabilidad, centro bajo
Gongbu (postura de arco)Chudan no kamae con zenkutsuProyección de energía hacia adelante
Xubu (postura de gato)Waki no kamaePreparación para evasión o defensa
Pubu (postura baja lateral)Tai sabaki + desplazamientosEsquiva baja, defensa lateral

Ambos sistemas priorizan una estructura sólida del cuerpo, el enraizamiento en el suelo y la transferencia del peso desde las piernas. Las clases de kenjutsu se benefician enormemente de la conciencia corporal que el kungfu desarrolla en el estudiante.

Filosofía en kungfu y kenjutsu: Sabiduría que moldea el carácter

Aunque el kenjutsu y el kungfu son técnicas de combate, ambas comparten una visión más profunda del arte marcial como un camino de vida. En el kungfu, la filosofía está fuertemente influenciada por el taoísmo, el confucianismo y el budismo. La armonía entre cuerpo, mente y espíritu es esencial, y el concepto de “no resistencia” (wu wei) está presente en muchas escuelas.

En el kenjutsu, la filosofía del bushidō (el camino del guerrero) guía la conducta del practicante. Se cultivan valores como la rectitud, el respeto, la compasión, la honestidad, el honor y el autocontrol. Aunque el kungfu y el kenjutsu usen distintos términos, los principios de autodisciplina, humildad y perfeccionamiento constante son universales.

Un practicante de kungfu aprende a moverse con fluidez y conciencia. Esa misma conciencia es la base del kamae en el kenjutsu, donde cada postura no es solo física, sino mental.

Ventajas de entrenar kungfu antes de practicar kenjutsu

Muchos practicantes que comienzan en kungfu y luego pasan al kenjutsu encuentran beneficios notables gracias a la preparación previa. Aquí exploramos algunas ventajas clave:

1. Desarrollo corporal integral

El kungfu fortalece el cuerpo desde la base: piernas fuertes, cadera flexible, espalda recta y manos activas. Todo esto ayuda al estudiante de kenjutsu a controlar mejor su espada y su postura.

2. Conciencia del espacio y el ritmo

El kungfu entrena patrones de movimiento complejos, desplazamientos circulares y control del centro. Al practicar kenjutsu, el alumno ya tiene una noción clara del maai (distancia) y del kokyu (respiración), elementos esenciales en la espada.

3. Desarrollo de energía interna (Qi / Ki)

El kungfu trabaja profundamente con la energía vital, conocida como Qi, que en Japón se llama Ki. Esta energía es fundamental en el kenjutsu para ejecutar cortes con intención y presencia, incluso sin tocar al oponente.

4. Sensibilidad y fluidez

Los empujes de manos (tuishou), las formas (taolu) y los ejercicios de contacto en kungfu brindan sensibilidad en el cuerpo. Al aplicar esto al kenjutsu, el practicante responde con más fluidez, anticipación y adaptabilidad.

5. Filosofía marcial madura

Quienes entrenan kungfu aprenden que el arte marcial no es para la violencia, sino para el crecimiento. Ese mismo principio es lo que da profundidad y propósito a las clases de kenjutsu.

El puente entre kungfu, karate Goju Ryu y kenjutsu

Una conexión interesante que no siempre se menciona es la del kungfu con el karate Goju Ryu, y cómo esta línea influye también en el kenjutsu moderno. Goju Ryu (剛柔流) significa “estilo fuerte y suave”, y fue desarrollado en Okinawa con influencias directas del kungfu sureño, especialmente el estilo de la grulla blanca.

El Goju Ryu, a su vez, conserva elementos de respiración controlada (ibuki), posturas bajas, movimientos circulares y aplicación de energía interna. Estas bases tienen un eco importante en las técnicas de corte, defensa y desplazamiento del kenjutsu.

Un artista marcial que domina Goju Ryu puede reconocer en el kenjutsu muchos principios similares:

  • La respiración que potencia el golpe/corte.
  • El uso del hara (centro energético) para generar poder.
  • La economía de movimiento como base del combate real.

Así, entrenar kungfu, luego karate Goju Ryu y finalmente kenjutsu, forma un camino marcial coherente que fortalece al practicante desde sus raíces hasta el filo de su técnica.

Respiración, energía y presencia: el poder invisible en kungfu y kenjutsu

Tanto el kungfu como el kenjutsu otorgan una enorme importancia a la respiración, conocida como kokyu en japonés y qi gong en el contexto chino. Esta respiración no es simplemente una función fisiológica, sino una herramienta energética y mental.

En el kungfu, se utiliza para activar los centros de poder interno. En el kenjutsu, el kiai (grito de energía) canaliza esa fuerza a través del corte. En ambos casos, la respiración marca el ritmo del combate y regula el estado mental del practicante.

Los beneficios se extienden también a la vida cotidiana:

  • Mayor claridad mental.
  • Regulación del estrés.
  • Mejora en la toma de decisiones.
  • Aumento de la resistencia física.

Así, el entrenamiento marcial trasciende el dojo y se convierte en una forma de vida.

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