¿Qué es el ikigai?

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Índice

  • Ikigai
  • Ikigai y las artes marciales
  • Tres ejercicios para aplicar el ikigai

El Ikigai, las artes marciales y el kenjutsu

 Ikigai

El término “ikigai” es de origen japonés y se refiere a un concepto que combina dos palabras: “iki” (vida) y “gai” (valor o significado). El ikigai se traduce como “la razón de ser” o “la razón de levantarse por la mañana”. Es un concepto que se utiliza para describir el propósito y la satisfacción que se obtiene de la vida, el sentido de dirección y la motivación personal.

El ikigai se representa comúnmente como un diagrama que tiene cuatro elementos principales:

  1. Lo que amas: Se refiere a las actividades y pasiones que te apasionan y que disfrutas hacer.

  2. Lo que eres bueno/a en: Representa tus habilidades y talentos, aquello en lo que sobresales y te sientes competente.

  3. Lo que el mundo necesita: Hace referencia a las necesidades y demandas de la sociedad, las formas en que puedes contribuir y hacer una diferencia en el mundo.

  4. Lo que puedes ser recompensado/a por: Se relaciona con las áreas en las que puedes obtener una retribución, ya sea económica o en forma de reconocimiento, por tu trabajo y esfuerzo.

Cuando estos cuatro elementos se combinan en el ikigai, se encuentra un punto de equilibrio y satisfacción en la vida. El objetivo es encontrar una actividad, profesión o vocación que englobe todos estos aspectos, donde puedas hacer lo que amas, utilizar tus habilidades, satisfacer las necesidades del mundo y obtener una recompensa por ello.

El ikigai se considera una guía para vivir una vida plena y significativa, y se ha relacionado con la longevidad y la felicidad en la cultura japonesa. Al encontrar y cultivar tu ikigai, puedes experimentar un mayor sentido de propósito y satisfacción en tu vida diaria.

El ikigai y las artes marciales kenjutsu

El concepto de ikigai se puede aplicar a las artes marciales, como el kenjutsu, de manera significativa. Aquí hay una conexión entre ambos:

  1. Lo que amas: El kenjutsu es un arte marcial tradicional japonés que implica el estudio y la práctica de la espada. Si tienes pasión por las artes marciales, el kenjutsu puede ser algo que ames y disfrutes hacer. La conexión con la historia y la tradición del kenjutsu puede despertar un profundo amor por esta disciplina.

  2. Lo que eres bueno/a en: El kenjutsu requiere habilidades técnicas y físicas específicas. A medida que te dedicas a la práctica constante, puedes desarrollar destreza en el manejo de la espada, la postura, la precisión y la velocidad de los movimientos. Con la práctica y el tiempo, puedes mejorar tus habilidades y volverte competente en el kenjutsu.

  3. Lo que el mundo necesita: Aunque puede parecer que el kenjutsu no tiene una aplicación práctica en la vida moderna, el arte marcial tiene beneficios más allá de la autodefensa. El kenjutsu enseña disciplina, respeto, autocontrol y la importancia de la ética en la lucha. Estos valores pueden ser aplicados en tu vida cotidiana y en las interacciones con los demás, contribuyendo así a un mundo mejor.

  4. Lo que puedes ser recompensado/a por: Si bien la recompensa principal en el kenjutsu es el crecimiento personal y el dominio de las habilidades, también existe la posibilidad de recibir reconocimiento por tus logros. A medida que avanzas en tu práctica, puedes alcanzar grados y certificaciones en kenjutsu, lo que te otorga un sentido de logro y te posiciona como un practicante experimentado y respetado.

Aquí tienes tres ejercicios para aplicar el concepto de ikigai en tu vida diaria

  1. Reflexiona sobre tus pasiones y habilidades: Tómate un tiempo para reflexionar sobre las actividades que realmente te apasionan y en las que te sientes realizado/a. Piensa en tus talentos y habilidades naturales. Luego, encuentra formas de incorporar estas pasiones y habilidades en tu rutina diaria. Puede ser dedicando tiempo cada día a una actividad que amas o buscando oportunidades para utilizar tus habilidades en tu trabajo o en tu vida personal.

  2. Encuentra el propósito en tus acciones: A medida que realizas tus tareas diarias, pregúntate cómo están alineadas con tu propósito y valores personales. Considera cómo cada acción, por pequeña que sea, puede contribuir de alguna manera a tu ikigai. Por ejemplo, si valoras la conexión humana, puedes buscar formas de ser amable y brindar apoyo a quienes te rodean en tu día a día. Si te apasiona el aprendizaje, puedes buscar oportunidades para adquirir nuevos conocimientos o enseñar a otros lo que has aprendido.

  3. Establece metas y desafíos significativos: Identifica metas y desafíos que estén alineados con tu ikigai. Establece objetivos que te motiven y te permitan crecer en áreas que te apasionan. Estos objetivos pueden estar relacionados con tu desarrollo personal, tu carrera, tu salud física o cualquier otro aspecto de tu vida. Al perseguir estas metas, te sentirás más comprometido/a y motivado/a, ya que estarás trabajando hacia algo que tiene un significado profundo para ti.


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